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Observatorio Chiapaneco

miércoles, 30 de septiembre de 2015

VISTA DESDE UN PUNTO


Hugo Isaac Robles Guillén/Mirada Sur.


El despido GROSERO del que fue objeto Carlos Herrera del periódico Cuarto Poder, el primer medio impreso que le dio la oportunidad de trabajar como reportero, durante y luego de terminar la carrera de periodismo en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH), no es un hecho aislado, lamentablemente; muchos casos similares y más injustos se han dado y siguen registrándose en el periodismo de la entidad, en donde desde hace mucho tiempo los dueños, los empresarios de los medios de comunicación, se llevan las tajadas de dinero más grandes; mientras que los trabajadores, los que se parten el alma día a día, se las ven NEGRAS por las condiciones laborales y dentro de éstas, por los bajos salarios que perciben. A los empresarios les va muy bien, producto, desde hace décadas, de ACUERDOS mafiosos que guardan con los gobiernos federal y estatal, estén quienes estén en los poderes ejecutivos. Los empresarios que no tienen llenadera, acuerdan, pactan negocian con el gobierno y mantienen a ralla a los reporteros y demás, para que se mantenga un CONTROL INSULTANTE de la información. Esto es, que no se “FILTRE”, que no se escape ninguna información que moleste al gobierno en turno. De esta manera, los dueños se la llevan CÓMODAMENTE y a través de sus jefes de información, controlan todo. Es muy fácil comprobarlo, usted observa en casi la totalidad de los periódicos de Chiapas, que las notas principales de cada edición, INVARIABLEMENTE, SON RESERVADAS PARA EL GOBIERNO FEDERAL Y EL GOBIERNO ESTATAL, hagan lo que hagan y digan lo que digan. Los periodistas SERIOS, comprometidos, que no venden sus plumas SABEN perfectamente las notas informativas que no tendrán ningún problema para ser publicadas; son aquellas que no molestan a los gobiernos y las otras, las publican en otros medios que no están bajo este CONTROL ABUSIVO. Cuando los dueños encuentran a algún reportero que les está causando problemas, lo despiden sin pagarle ninguna INDEMNIZACIÓN y difícilmente lo contratan en otros espacios, habida cuenta que el control del que hablamos es muy ESTRICTO. A este triste panorama se enfrentan los cientos de egresados de cada generación de las escuelas tanto oficiales, como particulares quienes no encuentran trabajo en los medios de comunicación, sean éstos periódicos, radio, televisión y ahora internet. Ante este turbio panorama, si por ahí encuentran una oportunidad, se ven obligados a vender su dignidad como profesionales del oficio o como personas. De cualquier manera, este trabajo de comunicación es muy mal pagado. Estamos hablando de periodistas, pero también de LOCUTORES. Volviendo al tema inicial, lo que las dueñas del Cuarto Poder le hicieron a Carlitos Herrera NO TIENE NOMBRE, por no decirlo de otra manera. Desde el principio Carlos se distinguió por su trabajo serio, profesional, comprometido, constante. Todos los días, de todas las semanas, los meses y los años, comenzaba a laborar muy temprano y hasta altas horas de la noche, para CUBRIR la información más relevante no solamente de San Cristóbal de Las Casas; incluso, cuando desde la jefatura de información le decían cuáles notas PODRÍAN PASAR y cuáles no. Su desempeño con el periódico fue tan entregado, que las señoras que hoy lo dirigen, le concedieron un salario BASE precisamente, como reconocimiento a su desempeño eficaz. Todo cambió, el día en que se enteraron que podría ser candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y obviamente contrario a los intereses del gobernador Manuel Velasco Coello, con quien las señoras mantienen una relación muy estrecha y el famoso acuerdo de no molestarlo, informativamente hablando, “ni con el pétalo de una rosa”. La manera como le contestó el día en que le informó a la directora de sus intenciones de participar en política y después al reclamarle por su DESPIDO INJUSTIFICADO, son propios de gente mal agradecida, grosera, injusta, acostumbrada a tratar de una manera déspota a sus empleados. Ese despotismo que tanto le criticaban a Pablo Salazar Mendiguchía, con quien el periódico mantuvo una lucha feroz. Leí en redes sociales los comentarios de un periodista de Tuxtla refiriéndose al caso de Carlos y entre líneas daba a entender que no se hiciera tanto escándalo y que lo que se tenía que hacer es presentar la denuncia ante las instancias correspondientes, Conciliación y Arbitraje y asunto concluido, pero no se trata solamente de eso. En el mero fondo están las formas tan abusivas que persisten en cuanto al trato y al pago a los periodistas en la gran mayoría de los medios en el estado de Chiapas y a la gran necesidad que tienen los habitantes de esta entidad de contar con MEDIOS DE COMUNICACIÓN MÁS LIBRES, que sirvan mejor en todos los sentidos a la población y eso desgraciadamente no sucede. Como ya dije, a los dueños se les hace muy cómodo recibir cantidades ABULTADAS DE DINERO nada más para permitir que se difunda todo lo que le conviene al gobierno del estado o para MAQUILLAR las informaciones y que en consecuencia, no molesten a los funcionarios. Por eso mismo, quienes no estamos de acuerdo con estas formas POCO TRANSPARENTES de dar la información al público, tenemos que trabajar en condiciones sumamente estresantes; con la constante PRESIÓN de los patrones que un día sí y otro también, están como “cuchillito de palo” jode y jode para que no hagamos enojar a los gobernantes, porque cuando eso ocurre, nos dicen les retrasan los pagos o de plano no les pagan y como ese dinero significa una de las entradas más importantes del negocio, pues entonces, no dejan de presionar. En el caso de Carlitos, no es la cosa tan sencilla y que se reduzca a que presente la denuncia, que de hecho, ya dijo que lo va a hacer, sino, insisto, las condiciones en que trabajan los periodistas en Chiapas. Y aún más, si esto que estamos viendo se lo hacen a un comunicador tan importante como es Carlos Herrera, qué no seguirán haciéndoles a los que comienzan a laborar en los medios. El caso del ex candidato a la presidencia municipal de San Cristóbal por MORENA y que por eso fue la molestia de la directora de Cuarto Poder, nos vuelve a enseñar que fuera del gremio periodístico hay muestras de solidaridad y que dentro del mismo, seguimos comiéndonos como caníbales. No olvido la frase que pude escuchar al aire, cuando se oficializó la candidatura de Carlos: “a partir de hoy, se dejará de mencionar el nombre de Carlos Herrera, por instrucciones de la gerencia y por disposiciones legales en la materia”. Realmente, eran otros los motivos, apoyar con todo a otro Carlos, el que quedó finalmente en la quinta posición. 

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